Con las viejas y mágicas maderas de la Prensa de Aceite que fue del también mágico -y desafortunado- pueblo de Castarlenas ...actualmente en la Plaza de la Compañía de Graus, Aragón y una de las conservadas de mayores dimensiones de España.
Aquí trajeron para salvarla y hoy cuidan las gentes de Graus la monumental y hermosa prensa de aceite de viga única del cercano y hoy en día, despoblado y arruinado Castarlenas ...pueblo que ya en el lejanísimo año 1078 el rey aragonés Sancho Ramírez cedió a un tal Gombal Remón para que lo poblase y construyese un castillo que lo defendiera.
Y Castarlenas bien que se supo defender a lo largo de la historia, en buena parte gracias a los olivos -a los suyos y a los de la amplia redolada- y a la elaboración de aceite en su afamada almazara con su prensa y sus silos -posiblemente, medievales- excavados en la roca viva ...hasta hace unas décadas que quedó solo y abandonado a su suerte.
O sea, a la vil ruina.
He estado varias veces en Castarlenas y la última vez, no hace mucho....y siento decirlo pero da mucha, mucha tristeza su estado, como los cientos y cientos de despoblados que tenemos en esta santa tierra.
Un esplendoroso pueblo que se ha dejado convertir en un amasijo de ruinas en las que apenas sobrevive su monumental iglesia del s.XVI.
Digo "apenas" porque no hace mucho se desmanteló su preciosa portada para trasladarla también a Graus... dicen que para salvarla de la ruina.
En esa infinita tristeza aún es posible disfrutar -si uno tiene emocionalmente su día, claro- de rincones en los que aún se percibe la belleza de un pasado que ya no volverá.
Esta vieja y centenaria Prensa de Aceite que hoy reposa en Graus es en sí misma como un gran homenaje a todas las gentes que vivieron en ese pueblo no muy lejos de aquí, llamado Castarlenas.
Va por ellos.
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