“Nosotros no partiremos, antes morremos"
Desgarradora frase que dejó escrita un morisco aragonés allá a comienzos del s.XVII, en la guarda de uno de los libros manuscritos aljamiado- árabes que escondían entre las paredes de sus casas antes de que fueran tristemente expulsados de España en 1610.
Muchos de los musulmanes pobladores de Aragón -y de España- de aquellos años ya llevaban tiempo sintiendo fuertemente la amenaza de los poderosos sobre ellos y antes de su marcha forzada de sus casas por la expulsión decretada por el infausto rey Felipe II de Aragón (Felipe III de Castilla) dejaron celosamente escondidos en hornacinas, dobles paredes, huecos de sus casas sus preciados escritos, quizá con la esperanza de algún día poder volver ellos o sus descendientes...
Los manuscritos los envolvían delicadamente en paños de lino y protegidos de la humedad por bolas de sal y bolsitas con espliego.
A los ojos de los poderosos ya hacía tiempo que los moriscos eran vistos como enemigos de la religión y del Estado.
A lo largo del primer tercio del siglo XVI ya se decretó en los distintos reinos de la Península la conversión forzosa de todos los musulmanes.
En 1564 las Cortes Valencianas prohibieron el uso de la lengua árabe, hablada y escrita.
El decreto de 1567 que abolía sus modos de vestir, bailes y canciones está entre las causas que desatan la revuelta de las Alpujarras al año siguiente, desencadenando una feroz represión posterior ... y finalmente la expulsión décadas después.
La Inquisición se lanzó de cabeza a la captura de toda huella árabe, escrita o hablada y la práctica del islam.
Como consecuencia del decreto real de expulsión marcharon al exilio unos 300.000 moriscos, descendientes de aquellos musulmanes que se habían supuestamente cristianizado aunque seguían conservando hábitos, cultura e indumentaria de sus ancestros.
Esta expulsión fue letal para el Reino de Aragón que vió como una parte importante de sus pueblos quedaron prácticamente vacíos con fuertes implicaciones económicas, morales, sociales y demográficas que se arrastrarían durante siglos después...
Es posible que algunas de ellas, aún perduren en nuestros días.
“Nosotros no partiremos, antes morremos, que por ese paso vamos”... Sería en el otoño de 1609 cuando salieron de España los moriscos valencianos y castellanos, siendo los aragoneses los últimos expulsados, ya en el verano de 1610.
Algunas fuentes hablan de más de 60.000 los moriscos aragoneses expulsados.
En todo el mundo, apenas se conservan dos centenares de manuscritos de literatura aljamiada y es interesante resaltar aquí que un número no menor de ellos procede de los moricos aragoneses.
Los manuscritos aljamiados contienen buena parte del saber musulmán y son textos de espíritu islámico y de forma lingüística románica.
Los escritos llevan leyendas, rogarias, alabanzas de Mahoma, disputas en la convivencia diaria con judíos y cristianos, instrucciones para la lectural del Alcorán, temas gramaticales, fonética, reglas para la partición de herencias, preceptos del muslim para el día a día...
Por las latentes amenazas inquisitoriales de la época los manuscritos fueron escritos de forma secreta y guardados clandestinamente en escondrijos.
Los manuscritos son de una gran belleza que muestra bien a las claras el profundo amor que por ellos sentían los que los habían confeccionado y guardaban.
Muchos de estos manuscritos han ido apareciendo, de forma casual en el tiempo, a la par que se ejecutaban obras en las antiguas casas moriscas.
Como los que proceden de Almonacid de la Sierra que salieron a luz en el verano de 1884 con la reparación de una vieja vivienda y que se conservan en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid.
Alcorán es un valiosísimo manuscrito del siglo XVI en aljamía y árabe que contiene la única traducción íntegra del Corán al castellano copiado en letras latinas hacia 1606 por un morisco aragonés de Villafeliche (Zaragoza). Actualmente se encuentra en la Biblioteca de Castilla La Mancha.
En la Biblioteca Nacional de España se encuentra un conjunto de manuscritos moriscos que fueron hallados en Belchite (Zaragoza).
Otros manuscritos han aparecido en Borja, Ricla, Sabiñán, Calanda, La Puebla de Híjar, Novallas, Tórtoles-Tarazona, Torrellas, pueblos de las Ribera del Ebro, Morata de Jalón, Zaragoza... y más poblaciones aragonesas, pero que, con las ya nombradas, nos podemos hacer una idea de la gran importancia de estos escritos moriscos en Aragón.
El cuadro es "La Lección" de Ludwig Deutsch, pintado en 1901 con el añadido a mi montaje de la nota escrita en caracteres árabes aljamiados en el folio de guarda del manuscrito n.º xvi de la "Junta de Ampliación de Estudios" de Almonacid de la Sierra, Aragón.
"Antes de que la puerta se cerrase,
antes de que todo lo dicho se dijera,
antes de que yo fuera otro.
Antes de que se coagulara la sangre comprensiva,
antes de que se encerraran las cosas en el armario,
antes de que se endureciera el vientre.
Antes de que se taparan todos los agujeros de las flautas,
antes de que se explicaran todas las maldiciones,
antes de que se rompieran los cacharros.
Antes de que la ley entrara por la fuerza,
antes de que Dios cerrara la mano,
antes de que nos fuéramos de aquí."
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