¿Un ratico de relax? ... con muy buena compañía, en la mágica Balsa de Fórnoles, Aragón.
En la misma entrada del pueblo, justo debajo del Montesanto y aprovechando desde tiempos ancestrales una depresión endorreica natural se encuentra la relajante Balsa de Fórnoles.
Es la única de las grandes Balsas de la Comarca del Matarraña que todavía sigue cumpliendo con su misión... recoger el agua de la vida para que los animales y rebaños puedan abrevar y poder llevar el líquido vital a los huertos.
Es un gran aljibe-cisterna, de forma ovaidal, que alterna tramos excavados en la propia roca natural con muros de mampostería e incluso sillería.
Embalsa las aguas pluviales y de escorrentía de la zona del Collet de la Balsa y de otros cerros de la redolada.
En la zona más abrupta alcanza una profundidad de unos 3 metros y todavía se conserva la suave escalinata de piedras que facilitan el acceso para beber a los animales.
También se ve a su lado la gran losa con anilla de hierro que permitía tener atados a los abríos.
Hay mesas, fuente y la caseta del centro de la Balsa expone una obra de artistas ferreros del lugar.
Los patos se ve que están aquí a gusto y la Balsa es un grato enclave para disfrutar un buen rato.
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