Tesoros de mundos ya perdidos... El Ayer y el Hoy de una bellísima Era tradicional de Peñarroyas, Teruel Existe, Resiste y Enamora !!
Justo por encima de esa mágica Era empedrada de forma radial, y donde antaño se desarrollaban las tradicionales faenas de la trilla, desfilan hoy en día, centenares y centenares de senderistas y andarines, camino de los ya, afamados, "Pozos Boyetes".
Ya no somos solo cuatro gatos los que desde siempre nos hemos dejado arrebatar por la belleza de estos rincones.
Ahora vienen -y vienen bien- desde lejanos puntos.
La mayoría de ellos, cuando pasan por aquí, miran hacia arriba, hipnotizados ante las monumentales formaciones rocosas (areniscas rojas del Buntsandstein) que rodean Peñarroyas, uno de los pueblos más pintorescos, no solo de Aragón, sino de toda España ... e incluso de Europa.
Pero, abajo -y debajo de sus pies- también tienen auténticas joyas y reliquias.
Peñarroyas, además de ser un preciado paraíso natural, paisajístico y geológico ... es también un tesoro etnológico.
De un tiempo a esta parte se han venido -inexorablemente- desmoronando una gran mayoría de antiguos pajares y corrales del que era el llamado "Barrio de las Eras" de Peñarroyas.
Pero aún quedan algunas de estas construcciones y eras que constituyen por sí mismas un valioso patrimonio histórico y cultural que merecería su preservación.
Es imposible el mantener todas las Eras y Pajares, ya en desuso, de cualquier pueblo y de Peñarroyas, también.
Pero, dentro de la vorágine de los tiempos que nos engullen a todos, van surgiendo en muchos lugares pequeños grupos de gente que aman estos pequeños pueblos y que también están involucrados en conservar su sabor tradicional, el de siempre.
Peñarroyas, hoy en día, es un barrio de Montalbán, casi despoblado, pero se nota paseando por sus calles que sus gentes no van a permitir que este hermoso lugar desaparezca.
Están arreglando muchas casas, intentando respetar la fisonomía y materiales tradicionales, reparando caminos, haciendo aún más bello lo que ya de por sí lo es...
Además de la Ermita de Santa Bárbara, arriba en el Barrio Alto, que debería de ser restaurada y dignificada (no como ahora, insulsamente vandalizado su interior) esta Era con sus dos pequeños pajares es un rincón merecedor de ser musealizado para las gentes de hoy y también para las del mañana.
Serán ellos, no lo olvidemos, los que harán que Peñarroyas nunca muera.
Peñarroyas... magia en las Cuencas Mineras... Aragón.
La foto antigua es de Pep Manté, de los años 60, de la última generación que les tocó realizar las faenas agrícolas, tal y como siempre, se habían desarrollado, a lo largo y largo de los siglos.
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