"Polvo, niebla, viento y sol
y donde hay agua, una huerta;
al norte, los Pirineos:
esta tierra es Aragón.
Al norte, los Pirineos
al sur, la sierra callada,
pasa el Ebro por el centro
con su soledad a la espalda.
Dicen que hay tierras al este
donde se trabaja y pagan...
Hacia el oeste el Moncayo
como un dios que ya no ampara.
Desde tiempos a esta parte,
vamos camino de nada,
vamos a ver como el Ebro
con su soledad se marcha.
Y con él van en compaña
las gentes de estas vaguadas,
de estos valles, de estas sierras,
de estas huertas arruinadas.
Polvo, niebla, viento y sol
y donde hay agua, una huerta;
al norte, los Pirineos:
esta tierra es Aragón".
(Canción "Aragón" de José Antonio Labordeta, incluida en su LP de 1974, "Cantar y Callar")
Amando Selgua, desde el Cerro de San Salvador, pequeño -gran- pueblo suavemente recostado en las mágicas tierras que funden la depresión del Valle de Ebro con las montañas pirenaicas.
El mismo lugar donde los hombres prehistóricos ya vivían de la caza, hogar también de ilergetes, antes de que llegaran los romanos con su antigua vía romana, luego Camino de Santiago y más tarde Camino viejo entre Selgua y Monzón.
La primavera, ahora sí, ya sigue su traza, al igual que el agricultor va dando forma a los surcos de la tierra y de la vida.
Se está bien aquí arriba, con la melodía del ruido del tractor y a pesar de que la nieblina nos impide ver -y fotografiar- con mayor nitidez lejanos y conocidos horizontes.
Hay una ermita aquí en lo alto, la de San Salvador, donde en su interior aún reposa en su románico y magnífico sepulcro-sarcófago un noble caballero, que tuvo que ser muy importante en su día, pero que hoy nadie sabe a ciencia cierta quien puede ser.
Más abajo y en las laderas del cerro quedan los restos de las recuperadas trincheras republicanas de la incivil guerra española y un espectacular aljibe árabe, labrado y ganado a las rocas del lugar y que aún daba de beber a las gentes de Selgua hasta el pasado siglo XX.
Y al fondo, las casas del pueblo de Selgua, con la silueta de la torre de su iglesia, en origen gótica. recortada ante la Muela de Terreu.
Polvo, niebla, viento y sol... en la belleza de lo sencillo y en la magia de estas históricas tierras de Selgua, en la Comarca del Cinca Medio, en el Alto Aragón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario