Viaje fascinante ... al Castillo medieval de Valimaña, luego Venta del Fraile de Castelnou, Aragón.
En un lugar que casi ya no es de este mundo, no lejos del río Martín y a unos cuantos kilómetros tanto de Castelnou como de Escatrón, agonizan las ruinas de un conjunto histórico cuyas raíces bien pudieran estar en los "tiempos de los moros" pero con documentación bien cierta ya en el siglo XIII.
Valimaña deriva del latín VALLEM MAGNA, es decir valle grande, valle amplio y abarca un territorio ya poblado desde tiempos inmemoriales como demuestran los yacimientos localizados muy próximos y denominados de Val Imaña, Embalse de Val Imaña y Val de la Venta, datados en épocas del Eneolítico-Bronce Final-Iª Edad del Hierro e ibérica.
En los cabezos que rodean Valimaña, como el Cabecico Bajero o Peña Fresca, también se han hallado restos de cerámicas ibéricas y romanas.
Y de los romanos, no es decabellado pensar, a falta de excavaciones arqueológicas que lo avalen, en la existencia en Valimaña de una alquería o establecimiento fortificado de origen islámico.
Sería después de la llamada "reconquista" cuando estas tierras, relativamente fértiles y en un amplio valle, serían ocupadas - repobladas siendo entregadas a nobles u órdenes militares para su explotación.
Y es aquí, en este punto cuando entra en juego certeramente nuestro Castillo de Valimaña.
El Castillo de Valimaña ya aparece relacionado por autores y cronistas con el Monasterio cisterciense de Rueda en el siglo XII pero es en un documento conservado de junio de 1238 donde con certeza se nos explica y nos da a entender todo o casi todo.
El documento es un testamento del noble Pedro de Valimaña en el que éste específica que en caso de morir en la Campaña del rey aragonés Jaime I, "El Conquistador" para la reconquista de Valencia, dona a a su hijo mayor Pero de Valimaña el Castillo y Villa del mismo nombre.
También y, entre otras cosas, deja sus armas y su caballo a la Orden del Temple y una partida de tierra a los monjes de Rueda.
Finalmente no murió en la campaña sino que al revés, regresó con varias propiedades, entre ellas la de la población castellonense de “Covas de Bexix”, entregada por Jaime I y renombrada como Sierra de Valimanya en honor a su señor.
Con el tiempo, Valimaña y su castillo fue pasando de mano en mano hasta acabar en posesión, definitivamente, de uno de los motores económicos y culturales de la zona en la Edad Media, el Monasterio de Rueda.
En 1340 fue concedida al lugar de Valimaña, una "Carta Puebla"(privilegio de repoblación en lugares estratégicos).
Valimaña, como tantos y tantos otros lugares, sufrió en el siglo XV el azote de la peste que hizo que el lugar se despoblara casi por completo.
Ya, como "Granja de Valimaña" en el siglo XVI, el concejo de Castelnou y su señor, dieron permiso a los monjes de Rueda para hacer un azud para mejorar el riego de las tierras.
En 1672 los monjes de Rueda emprendieron acciones legales contra el cura de Castelnou, que también lo era de Valimaña, por el cobro de los famosos Diezmos.
En 1743, el Monasterio de Rueda y el Concejo de Castelnou pleitearon por el uso de aguas y pastos de Valimaña.
Ya, en el siglo XIX, concretamente en 1840, el tiempo del Monasterio de Rueda como propietario de Valimaña llegó a su fin, tras más de 500 años, mediante la archiconocida "Desamortización de Mendizabal".
La Granja de Valimaña fue vendida a Fermín Zacarías Íñigo, destacado miembro de la burguesía zaragozana y de origen vasco.
Sería a partir de mitades del s.XIX, cuando la Granja de Valimaña pasó a ser conocida como "Venta del Fraile".
Es de estas fechas cuando posiblemente están datadas una gran parte de las edificaciones que se pueden contemplar y hoy en día casi totalmente arruinadas... edificio de viajeros, caballerizas, corrales, graneros...
Valimaña es un antiguo cruce de caminos con una importante y principal ruta que enlazaría el Ebro con el Mediterráneo.
Por aquí discurre el llamado "Camino de los Catalanes" cerca del "Camino Lanero" y del "Camino de Santiago" por lo que no es difícil imaginar el trasiego de viajeros, mercancias y ganados que a lo largo de los tiempos ha tenido Valimaña.
Y donde hay viajeros, hay bienes a robar, por lo que esta ruta también era frecuentada durante el siglo XIX por toda suerte de bandidos, como "El Manco de la Romana" o el mismísimo "Bandido Cucaracha".
La "Venta del Fraile" fue también escenario de una supuesta "agitación carlista" a finales del siglo XIX.
Ya en el siglo XX y en los años de la incivil guerra española, se construyó muy cerca de la "Venta del Fraile" un aeródromo republicano para atacar posiciones nacionales situadas más al oeste.
Valimaña fue escenario de duros combates y el aeródromo posteriormente llegó a ser utilizado por tropas italianas y alemanas.
Cuando se va a visitar, conocer, descubrir.. un lugar, siempre es aconsejable saber algo de su historia para ser capaces de calibrar y valorar su importancia.
Y aquí, en Valimaña, es sencillamente imprescindible.
Entre las ruinas siempre surgen las flores.
Y en Valimaña las hay y muy valiosas.
Es en el edificio principal, donde se aprecia a simple vista que todas las hiladas inferiores de su, aún, imponente fachada, son de buenos sillares de piedra caliza perfectamente encuadrados.
A partir de estos restos antiquísimos es donde se ha labrado la posterior historia de Valimaña.... de Castillo a Granja y de Granja a Venta y luego Finca.
Aún se ven marcas de cantero y aspilleras de claro origen medieval.
Al interior desaconsejo incluso hasta la entrada ya que la ruina está tan avanzada que la prudencia nos dicta hasta donde podemos llegar.
Y no es mucho, o nada.
Aún resiste, pese a todo, la entrañable capilla con su altar, con una fecha, 1866, que sería la de las últimas reformas.
Hay exterior hay un impresionante arco de medio punto de acceso que daría entrada a la Venta, y en la fachada, ventanas medievales de tipo abocinado.
Restos de muros aquí y allá, camuflados entre los derrubios, aislada una torre de planta cuadrada, silos, aljibes y canalillos labrados en la roca...
Magia, mucha magia en otro de esos desconocidos enclaves aragoneses, que muestran poco pero esconden mucho...
Valimaña, tesoros arquitectónicos e históricos en ruina y camino de la nada... en Castelnou, Comarca del Bajo Martín, Teruel Existe, Resiste y Enamora!!
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