Es bien seguro que solo la robustez de su construcción con piedras de la redolada -y algún milagro que otro- ha permitido que este peirón todavía mantenga su orgulloso porte aunando el encanto de lo auténtico y original con la más sincera de las bellezas, que no es otra, que las arrugas de la vida.
La parte superior de ladrillo parece un añadido posterior -pero también muy antiguo- al primitivo pilón de sillares de piedra bien trabajada y con algún remiendo de batallas vividas.
Una impagable muestra de arquitectura tradicional y popular con ciertas reminiscencias de raíces primitivas y claros testimonios de vida y fe de tiempos inmemoriales de los nuestros.
Los pairones, peirones, pilones, pilarets y también los cruceros forman parte indisoluble de una buena parte del paisaje de Aragón. También de estas siempre hermosas Tierras del Jiloca.
Una parte importante de los pilones, son de piedra o ladrillo y se encuentran a la entrada y salidas de las poblaciones, en los márgenes de los viejos caminos y como símbolos protectores del caminar de las gentes y los animales del lugar por el peregrinaje diario de la vida.
Otros pilones, como emblemas de fe o creencias ...se levantaron como recuerdo de un suceso o acontecer trágico o como sincero agradecimiento por la buena evolución de un accidente o enfermedad, que todo hay en los surcos de la tierra.
Tampoco hay que olvidar que algunos peirones están levantados en lugares estratégicos para orientar a los caminantes en los duros días invernales de niebla, nieve, ventiscas... en un papel más claramente y sencillamente funcional.
En Singra se conservan, aparte de este interesantísimo Pairón de la Virgen del Pilar, dos más, el de San Blás, cerca de la Balsa y en viejo camino de herradura a Bueña y el de San Antonio de Padua, cerca de las Eras y bien remodelado con los siempre entrañables ladrillos fieles a su fisonomía y con la cerámica del santo.
A la entrada del pueblo y junto a la carretera todavía se mantiene en pie un crucero de aspecto medieval, cuyo crucifijo se perdió, según testimonios orales, en la tristísima incivil guerra española del siglo pasado.
Estos son los que he visto pero es posible que todavía haya más ...o restos de ellos y que gentes bien conocedoras del lugar, aquí pueden añadir en sus comentarios.
Peirones, pairones, pilares, pilones... elementos de tradición popular y cultural, fieles testigos del trasiego de otras gentes y otros tiempos que cada vez son más diferentes.
Ni mejores, ni peores...solo diferentes.
Peirón de la Virgen del Pilar de Singra... magia auténtica... Teruel Existe, Resiste y Enamora.

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