La
Ermita fue construida por las antiguas gentes del Poble Vell, Pueblo
Viejo de Fayón en los primeros años de la década de los 50 del siglo XX.
Está situada a unos 200 metros de altitud sobre el
nivel del mar y en la cima de un cabezo que vigila la desembocadura del
río Matarraña en el Ebro.
Antiguamente en éste mismo
lugar existía una torre óptica utilizada para vigilar el río Ebro en
las interminables Guerras Carlistas del s.XIX.
Sus
piedras junto con otras se emplearon por los fayonenses para levantar
este pequeño santuario donde rendir culto a la Virgen del Pilar.
Aún
cuentan los mayores del lugar que fueron las mismas mujeres las que
subían el agua con cántaros, incluso sobre sus cabezas, desde el mismo
pueblo y por un empinado sendero en zig-zag.
Desde
la Ermita del Pilar hay un impresionante mirador sobre los montes de la
redolada y las aguas del Pantano de Ribarrroja que ahogó e inundó el
pueblo viejo.
Inevitablemente nuestros ojos se posan
en la Torre campanario de la iglesia que todavía emerge sobre las frías
y profundas aguas del pantano.
Y también,
inevitablemente, se nos humedecen los ojos al recordar que casi 2000
personas fueron obligadas a abandonar sus casas, su pueblo y sus raíces
para la construcción del pantano en 1967.
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