¿Y quién no ha quedado nunca en los famosos Cañones de la Glorieta Sasera de Sagasta?
Son fieles testigos del Reducto del Pilar, uno de los fortines más importantes de Los Sitios de Zaragoza en la Guerra de la Independencia (1808-1809)
Cuenta la historia, cuenta la leyenda que en este lugar y durante los duros meses de enero y febrero de 1809 los zaragozanos se enfrentaron valerosamente a un invasor y poderoso ejército francés con más de 35.000 preparados soldados de infantería y 2.000 de caballería.
Estos cañones, llamados "Tigre" y "Rayo" conmemoran el entorno donde se encontraba el Reducto del Pilar, fortín de Los Sitios de Zaragoza, que estaba formado por una muralla de piedra protegida por un foso, ocho piezas de artillería y 400 hombres.
El "Reducto del Pilar" fue un bastión improvisado por el General Palafox para defender la orilla derecha de La Huerba o del río Huerva, que también llaman algunos.
Para la defensa también se cavó un foso de unos 3 metros de profundidad que se unió mediante trincheras a Santa Engracia, en la zona aproximada que hoy ocupan las Plazas de Paraíso y de Aragón.
En aquellos fríos y tristes días del invierno de 1809 los franceses arremetieron una y otra vez, desde la zona que hoy ocupa la calle Bolonia, contra el baluarte de los valientes, con duras descargas de artillería y fusilería.
Cuando la fortaleza defensiva fue totalmente destruida tras semanas de asedio, se ordenó la retirada no sin antes colocar una trampa explosiva que destruyó la pasarela de La Huerba, que se encontraba al lado del actual Paraninfo.
Tras la Guerra de la Independencia, los cañones fueron conservados en un almacén del Palacio de la Aljafería y utilizados nuevamente en las Guerras Carlistas.
En 1909, con la inauguración de la Glorieta Sasera y de un obelisco recordatorio obra de Ricardo Magdalena, se volvieron a colocar allí de nuevo los cañones "Tigre" y "Rayo".
Más tarde, en 1963, se sustituyó el obelisco por una Fuente con escultura de bronce obra de Federico Amutio, que homenajea a los cientos y cientos de bravos y valientes luchadores que murieron en defensa de su ciudad y de sus gentes.
Si... indudablemente los "Cañones de Sagasta" son un buen lugar para quedar con familiares y amigos.
Uno de los Sitios -y nunca mejor dicho- con más historia de Zaragoza.
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