Desde siempre, han sido las cuevas las viviendas más codiciadas por el hombre primitivo.
Han sido el mejor refugio ofrecido por la propia naturaleza, cobijando y dando calidez en invierno y frescor en verano.
Remolinos,
es famoso porque está a respaldo y resguardo de montañas en cuyas
entrañas yesosas se encuentra una sal gema de inmejorable calidad.
Cuenta la tradición que Aníbal ya acudía a las Minas de Remolinos a llenar sus carros de sal para sus ejércitos.
Y
es en estas montañas escarpadas y abruptas, donde buscaron y
acondicionaron su hogar, antiguos mineros de estas Minas de Sal de
Remolinos.
Sobre un cabezo sobre el pueblo y no
lejos de aquí se encuentra enclavada, también en una oquedad, la Ermita
del Santo Cristo de la Cueva, datada sobre el s.XIV.
Y
en la misma localidad todavía se encuentran habitadas casas cueva
...pero estas del monte de la Escarihuela se hayan ya abandonadas y
arruinadas ...y en la base de unos escarpes con frecuentes derrumbes y
desprendimientos.
Aún es observable alguna antigua y tradicional chaminera de cañizo, entradas con arco, corrales anexos y estancias varias.
Los
altos e inestables escarpes sobre las que se encuentran no dan ninguna
confianza siquiera para aproximarse y adentrarse en ellas ...aunque la
distancia también permite adivinar o imaginar que hasta es posible que
hubiera en tiempos otra segunda línea de casas cueva en un escalón
superior y que actualmente se encuentra casi totalmente desaparecido y
desdibujado.
Casas Cueva no muy estudiadas y no en desiertos lejanos...sino en paraísos cercanos...en Remolinos, Zaragoza.
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