"Lejos del valle y de la capital,
donde la cordillera se hace azul,
donde la distancia es el monte
y al cielo se le trata de tu a tu.
Donde los pastores crearon un país,
donde la justicia era un honor,
esa es la tierra donde yo nací.
Noble hogar donde un día
los hombres marcaron su ley.
Hay una cruz en El Saso
donde los mastines aúllan soledad,
donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar.
Migas, uva y vino por los que se han ido,
yo maldigo la ciudad
porque todos se fueron de aquí.
Solo quedábamos Germán y yo.
Germán se murió en Febrero,
ahora solo se oye su ganado.
Ahora solo el eco y yo.
Hay una cruz en El Saso
donde los mastines aúllan soledad,
donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar.
Migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la ciudad.
"Padre, que el pueblo ya no es pa' vivir,
Venga con nosotros a Madrid..."
Así me hablan mis hijos pero yo me quedo,
y aquí he de morir.
Con las manos llenas y un nombre de rey,
marcado por el viento y por el sol,
mi vida es parte de esta tierra.
Yo pertenezco a esa raza de hombres
que un día marcaron su ley".
("Hay una cruz en El Saso" de Más Birras, letra de Gabriel Sopena y Mauricio Aznar)
Más Birras es un inolvidable y mítico grupo aragonés de rock, liderado por Mauricio Aznar que existió desde 1985 al 1993.
"Al Este del Moncayo", "Otra Ronda", "La última traición", "Tierra quemada" y el recopilatorio póstumo "Maldita sea mi suerte - 1985-1993) son la discografía y el gran legado del grupo.
Tras la desaparición del conjunto, el llorado Mauricio Aznar, músico y poeta, creó otro grupo "Almagato", en el que trabajaría hasta su prematura muerte en el 2000 con solo 36 años.
Muchas de las canciones de "Más Birras" han pasado a formar parte del acervo cultural del rock aragonés.
La canción "Hay una cruz en El Saso" fue escrita por Mauricio Aznar y Gabriel Sopena a finales de los 80.
En muchas zonas de los pueblos y geografía aragonesa hay un "Saso", que es una zona llana o amesetada en lo más alto del lugar.
El "Saso"... desde donde se ve toda la redolada y buena parte de la vida del lugar.
La canción, una joya y pura poesía, es todo un grito de reivindicación de los pueblos y del medio rural a su derecho a seguir resistiendo y existiendo.
Fotografía - Familia aragonesa de Nombrevilla (Zaragoza) en el campo, hace unas décadas. De la colección de Soledad Castillo y Teófilo Blas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario