El también conocido como Castillo de los Urriés es la joya patrimonial de Biniés, sorprendente y fascinante villa pirenaica de la Comarca de la Jacetania.
El magnífico Castillo de Biniés es una obra bajomedieval levantada a partir de un antiguo torreón defensivo anterior y al que, con los siglos, los sucesivos propietarios dieron un aire palaciego y señorial.
A la primitiva torre fortificada aislada de la Alta Edad Media se le uniría en el s.XIV otra semejante y en los siglos siguientes otras dos, dándole a la construcción la vista que ha llegado hasta nuestros días.
En el exterior, aparte del robusto volumen de sus torres destacan sendos matacanes defensivos originales y bien restaurados.
Hay constancia de que en el año 1.413 pertenecía al noble y caballero aragonés Antón de Luna para posteriormente pasar a manos de los Urriés, señores de la baronía de Ayerbe, que lo habitarían de forma temporal hasta prácticamente el s.XVIII.
En el siglo XIX, tras el abandono de sus propietarios, fue el mismo ayuntamiento quien lo utilizaría como escuelas y almacén.
Ya en el siglo XX y en los años 20 los ricos techos artesonados del Castillo de Biniés fueron vendidos al controvertido magnate y coleccionista americano William R. Hearst para formar parte de la decoración de sus santuosas mansiones de California.
En 1.928 el Palacio sufrió un incendio que provocó su abandono y posterior saqueo y expolio.
Diferentes trabajos de restauración por parte de sucesivos propietarios particulares realizados hasta este mismo siglo XXI han devuelto al Castillo de Biniés parte de su antiguo esplendor.
Se reconstruyeron y rehabilitado las antiguas almenas.
Delante de la amplia puerta principal de arco rebajado que da acceso al interior de la fortificación desde la misma calle Alta de Biniés se abre un espacio a modo de patio de armas en el que se conserva un pozo.
Las cuatro torres confluyen en un espacio central interior descubierto que mantiene el ancestral empedrado y que comunica las diferentes estancias.
En este patio interior se observan en un muro la característica construcción en forma de "opus spicatum" o espina de pez.
Debajo del muro norte del castillo se encuentra la que pudo ser antigua bodega con bella bóveda apuntada de medio punto.
En otra de las torres se conserva la capilla con pinturas murales renacentistas con motivos clásicos y la inscripción de 1.583.
Tanto en el patio interior como en la bodega y en la capilla se mantiene el empedrado - enmorrillado de los suelos realizado con maestría con cantos rodados.
Como curiosidad mencionar la existencia de un sillar re-aprovechado en altura en una de las esquinas del castillo en el que aparece claramente labrado un pene.
Por la situación en la que se encuentra (no muy visible) podría tratarse de alguna prueba de escultura del maestro cantero a la que se optó por aprovechar y ubicar en el lugar donde se encuentra.
Los falos se han utilizado incluso como formas de llamadores en las puertas para propiciar la fertilidad y fecundidad, tanto de las personas y animales como de los campos de las Casas.
Destacable es la conservación (milagrosa) de una preciosa ventana gótica original.
El Castillo de Biniés es un magnífico castillo-palacio señorial de propiedad particular restaurado con rigor, situado justo al borde de los precipicios que dan al río Veral.
Biniés... tesoro de la Comarca de la Jacetania... Alto Aragón.
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