De cuando llegaban con sus tartanas los gitanos, los quinquilleros o "los hongaros" y se afanaban en alargar la vida de aquellos pozales y barreños de cinc, antes de que los plásticos se adueñaran de nuestras vidas.
Estañando y reparando perolas, pucheros e incluso paragüas, se ganaban la vida yendo de aquí para allá, de pueblo en pueblo.
Así fue la vida hasta hace tampoco tantas décadas, aunque parezca que aquello fue hace una eternidad.
Fotografía de Ricardo Compairé.
Huesca, capital del Alto Aragón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario