Y mañana, 5 de Marzo, "La Cincomarzada"... Buena Nuei - Felices sueños, amigos !!
"La Cincomarzada", actualmente fiesta laica, popular y reivindicativa tiene su origen en la reacción vecinal y de defensa urbana del 5 de marzo de 1838 durante las cansinas guerras carlistas del siglo XIX.
Hecho, que una parte -posiblemente, grande- de los que celebran la fiesta desconocen.
Que el origen está en la guerra.
En este caso, en la primera incivil guerra española, más conocida como "Primera Guerra Carlista" y que tuvo lugar, rápida y esencialmente, por el derecho al trono entre la hija de Fernando VII, Isabel II junto con su regente María Cristina de Borbón, y Carlos María Isidro de Borbón (Carlos V), hermano del recién difunto rey.
Esta contienda, además de de una lucha por motivos sucesorios se convertiría en un enfrentamiento ideológico, entre los principios tradicionalistas de los carlistas y las ideas liberales de los isabelinos.
Las "Guerras Carlistas" que tanta destrucción provocaron en Aragón, desde 1833 hasta 1875, o sea desde esta primera que comentamos y hasta la última, costaron la vida probablemente de alrededor de 200.000 seres humanos, según algunos entendidos.
Pues bien, la conocida como "Cincomarzada" tuvo lugar la madrugada del 5 de marzo de 1838 cuando las tropas carlistas, al mando del general Juan Cabañero (turolense, natural de Urrea de Gaén) y posiblemente ordenado por el general Cabrera, se adentraron de modo sorpresivo y sigiloso en la ciudad por la famosa "Puerta del Carmen" y la ya desaparecida "Puerta de Santa Engracia" con casi 3.000 infantes y unos 300 jinetes.
Numerosos vecinos zaragozanos, sobresaltados, dicen que por los "Vivas" a Carlos V, la Inquisición y a Cabañero, se lanzaron valientemente a la calle y consiguieron, con la ayuda de los soldados isabelinos obstaculizar y finalmente ahuyentar el avance de los carlistas.
Para ello, servía de todo, tejas, enseres, muebles o trastos viejos e incluso agua o aceite hirviendo lanzado desde las casas.
Viendo la resistencia de los vecinos, las tropas carlistas salieron huyendo de la ciudad provocando con ello la victoria de los habitantes zaragozanos, postulados en favor de Isabel II, hija del difunto rey, Fernando VII.
El objetivo de los carlistas era hacerse con la plaza de Zaragoza por su posición estratégica entre Cataluña y el País Vasco.
Se cuenta que el general Cabañero, nada más entrar para ocupar la ciudad, ordenó abrir un café para que le sirvieran un chocolate caliente.
El chocolate caliente se quedó en la barra porque tuvo que huir precipitadamente en vista de la reacción de las gentes de Zaragoza.
De este día, 5 marzo de 1838, viene el título de Zaragoza de "Siempre Heroica", que se unió a los de “Muy Noble”, “Muy Leal” y “Muy Heroica”, que ya ostentaba por su resistencia en los llamados "Sitios de Zaragoza" de 1808-1809.
Sería el 4 de marzo de 1839 cuando "La Cincomarzada" sería oficialmente instaurada como fiesta conmemorativa.
Y es, casi a partir de ese mismo primer día, cuando esta curiosa fiesta se verá sometida a celebración y prohibición en función de los diferentes aconteceres políticos de diferentes épocas.
Ya, en 1843 y con el poder en manos de los "moderados" la fiesta desapareció de la conmemoración oficial pero los zaragozanos no renunciaron a ella y espontáneamente se salía a pasar un día festivo al campo, provistos de bebidas y comida, a las orillas del Ebro o del Gállego, en la misma Arboleda de Macanaz.
Durante el llamado "Bienio Progresista" (1854-1856) la jornada vuelve a ser celebrada, también de manera oficiosa.
Es a partir del siglo XX cuando empiezan a incorporarse en esas salidas del 5 de marzo otros lugares como el Cabezo Cortado, el Cabezo Buenavista o la Estación del Tren Minero de Utrillas.
La fiesta continuó celebrándose durante la dictadura primorriverista y también en la República.
No sería hasta 1937 y durante la incivil guerra española provocada tras el fallido golpe de estado, cuando "La Cincomarzada" sería suprimida y no volvería a recuperarse por la ciudadanía hasta 1977, y oficialmente hasta 1981, fecha desde la cual se ha celebrado año tras año, posiblemente, más que como conmemoración de aquellos sucesos de 1838 como día de participación popular, de actividades culturales y de reivindicaciones vecinales y de otros colectivos.
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