Con la magia de las salinas... en el Salinar de la Rolda de Naval, Aragón.
La sal es el oro blanco de la vida.
Sin la sal no podríamos vivir y sin ella, a lo largo de la historia de la humanidad, no hubiera sido posible el poder conservar los alimentos.
De su importancia estratégica y económica nos da idea el control que desde siempre han ejercido los poderosos sobre su explotación y comercio. sujeto a estrictas regulaciones e impuestos.
Su valor era tal que, ya en el Imperio Romano los soldados recibían cantidades de sal como pago a sus servicios.
Con el tiempo, cuando el dinero sustituyó a la sal se le llamó salarium.
El salario, el sagrado sueldo que recibe el asalariado por su trabajo.
Aquí, en Naval se explotaron en el pasado, al menos 5 salinares, y junto con la Alfarería, constituía el pilar básico de vida de sus gentes.
En época de los romanos, Naval ya era un punto importante en la calzada romana que unía Barbotania (Barbastro) y Boletania (Boltaña).
Desde el año 1.094 el nombre de las Salinas de Naval ya se encuentra en infinidad de documentos, conservándose éstos actualmente en el Archivo de la Corona de Aragón.
Pascual Madoz en su célebre Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España alabó de esta manera la extraordinaria calidad de la sal de Naval a mediados del siglo XIX...
"Las salinas de Naval son indiscutiblemente de las mejores que se conocen en España, pues a la abundancia de sus fuentes, que bien aprovechadas bastarían para surtir la mitad del reino, se reúne la excelente calidad de la sal y la hace superior a cuantas el territorio español encierra, pues su extremada fortaleza, compite con el exquisito gusto y brillante presencia."
La sal de Naval procede de manantiales surgidos en afloramientos triásicos.
Las salinas están alineadas en un entramado de eras con suelo uniforme.
Las delimitaciones y canales son de madera por ser un material que resiste más tiempo a la corrosión.
Los trabajos en un salinar comienzan abriendo cada mañana los manantiales que por los canales y conductos irán rellenando a un nivel óptimo las diferentes eras.
Será el sol el que haga el trabajo el resto del día con el proceso de evaporación que irá dejando las "flores de la sal" flotando sobre las eras y que poco a poco se depositarán en capas.
Cada dos días hay que remover (bater la era) para que la capa salina no se pegue a la superficie.
Cuando la capa de sal rebose la del agua se recogerá y guardará en el alfolí o almacén destinado a este fin.
Y vuelta a empezar.
Un antiguo alfolí en la misma Plaza Mayor de Naval se ha reconvertido actualmente en Museo vivo de la Salicultura.
La Sociedad Salinera de Naval la componen varios socios, siendo el propio Ayuntamiento el accionista principal.
En los últimos años, a la par de la conservación y la recuperación de la actividad salinera de las Salinas de la Rolda de Naval, sus gentes les han dado un gran impulso con nuevos usos turísticos y de ocio en forma de baños relajantes y terapéuticos.
En el complejo también existe la posibilidad de realizar andando un circuito autoguiado con paneles informativos que cuentan aspectos conocidos y otros curiosos sobre el mundo de la sal.
La magia de la sal en Naval, a 637 metros sobre el nivel del mar, en la Comarca del Somontano de Barbastro, Alto Aragón.
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