Con la magia del Otoño en el Embalse de La Peña, en el Reino de los Mallos, Pirineo Aragonés.
Agüerro en tierras de Santa María de la Peña, lugar de encuentro de las aguas del río Asabón por el oeste y el río Gállego en el ya centenario Pantano de la Peña.
Con la construcción del Pantano, a principios del s.XX, quedó inundado el pequeño y, para muchos desconocido, pueblo de La Peña y el medieval Puente de la Gargocha.
Arriba, sobre un pequeño cerro a salvo de las aguas, se reconstruyó la también inundada Ermita de la Virgen de la Peña y se dio continuidad a la carretera con el Puente metálico que cruza el pantano y enlaza con el Túnel de Maeso.
Lugar, años ha, de encuentros y de múltiples y obligadas paradas, camino de las altas cumbres, en el mítico bar-restaurante "El Jabalí".
Hay casas para el servicio del pantano y décadas atrás, también hubo un refugio de montaña por la estratégica situación del enclave.
En lo alto del risco sobre las mismas compuertas de la presa aún perviven restos del Castillo de Cacabiello que dominaba el angosto paso del río Gállego, abierto pacientemente durante millones de años, entre las moles de los Mallos de Agüero y los de Riglos, y sobre él, el camino real que comunicaba la tierra alta con la baja.
Justo enfrente y recostado sobre una suave colina, y desde donde tomé la foto. queda el pequeño pueblo de Santa María de la Peña, con ermita románica y caserío con conservada arquitectura tradicional y popular.
Santa María de la Peña, pertenece al municipio de Las Peñas de Riglos y a la Comarca de la Hoya de Huesca... y el agüerro siempre es una buena excusa para volver por estas, siempre, impresionantes tierras.
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