Con la magia de Libros, con certeza, Teruel Existe, Resiste y Enamora !!
"Libros está situado en un barranco debajo de un elevadísimo peñasco, resguardado de todos los vientos.
Goza de buen clima.
Se compone de 176 casas, algunas de ellas metidas dentro de cuevas.
Tiene una Escuela de primeras letras; casa para la municipalidad; Iglesia parroquial de San Juan Bautista y un cementerio que en nada perjudica a la salud pública.
Confina el término al Norte con Villel; al Este, con Riodeva y Cascante; al Sur con Torrealta y al Oeste con Tramacastiel, extendiéndose en dirección de cada uno de los puntos, 5/4 de legua.
En él se encuentran varias minas de azufre, que en la actualidad se benefician por diferentes asociaciones, siendo las más aventajadas las que explota la Sociedad de Zapateu y consortes, que además de una magnífica fábrica con toda clase de almacenes, habitaciones y oratorio, cuenta con diversos hornos de fundición, cuya intervención es debida al profesor de farmacia D. Pedro Lagasco; los productos químicos, principalmente la flor de azufre, son de la más superior calidad.
El terreno es desigual, cubierto de monte bajo.
Lo baña el río Blanco o Guadalaviar, con cuyas aguas se riegan varias huertas y diferentes trozos de terreno.
Tiene 486 yugadas de primera clase, 774 de segunda y 1.060 de tercera.
Los caminos comunican con los pueblos limítrofes en mediano estado.
La correspondencia se recibe de la capital .
Produce trigo, cebada, avena, maíz, cáñamo, nueces, frutas, patatas, vino y legumbres.
Cría algún ganado lanar y poco vacuno.
Hay caza de conejos, liebres y perdices.
De industria cuenta con la elaboración de esparto.
Tiene una población de 257 vecinos y 630 almas."
De esta forma conoció el amigo Pascual Madoz la población de Libros a mitades del s.XIX, así lo dejó plasmado en su famoso Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de 1845-1850 y de igual manera lo hemos contado por aquí, con agrado, para amigos y seguidores.
Una de las primeras referencias documentales de Libros se encuentra en un escrito de fecha 29 de abril de 1196 , en el que el fray Lino de Lucca, maestre de la Orden de Monte Gaudio de Jerusalén, del Hospital de San Redentor de Teruel y de la Casa de Alfambra hace entrega a los templarios de las propiedades que su Orden tenía en el Reino de Aragón, incluyendo el castillo de esta localidad.
De este Castillo de Libros, que estaba situado sobre el cerro que queda encima de las casas situadas a la izquierda de mi fotografía, apenas quedan vestigios a día de hoy.
En su lugar actualmente hay situado un gran mirador.
A la Peña Grajera, el "elevadísimo peñasco" que vio Madoz, se puede subir con preparación y material adecuado por la Vía Ferrata acondicionada de más de 100 metros de altura.
Las célebres minas hace ya décadas que cerraron, aunque la carretera "de Cuenca" que viene de Teruel y cruza el pueblo de punta a punta, parece que se quedó anclada en aquellos años.... pero merece la pena -y mucho- recorrerla por la espectacularidad de paisajes y localidades que atraviesa.
Además de las antiguas minas de azufre con algunas casas-cueva que han sido recreadas, es famosa mundialmente la "Rana de Libros" que es un anfibio fósil en un magnífico estado de conservación que se encontró precisamente en el techo de una de aquellas, hoy olvidadas, minas.
Como dato curioso todas las calles del pueblo de Libros mantiene su nombre antiguo junto con el rebautizado de figuras y profesionales de la literatura.
Así se pueden ver los nombres de Javier Sierra, Arturo Pérez Reverte, Rosa Montero, Javier Marías, Francisco Ibáñez, Luz Gabás, entre otros.
Actualmente Libros cuenta con un censo de algo más de 100 personas.
Mucha magia por descubrir, mucha magia por redescubrir en Libros... Comunidad de Teruel... Aragón.
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