Tesoros de mundos ya perdidos... Aventadora en una pequeña era de los montes de Torrecilla de Valmadrid, Zaragoza.
En su día supuso en considerable avance en las faenas agrícolas porque ya no había que estar pendiente de si llegaba el aliado del viento en el proceso de la trilla.
Mediante una especie de "ventilador", hablando rápido, que creaba una fuerte corriente de aire y vibración, conseguía separar el grano de la paja, granzas e impurezas.
Con el tiempo, la manivela manual llegaría a ser sustituida por un pequeño motor e incluso la máquina llegaría a ser accionada gracias a la energía proporcionada por un tractor.
Actualmente son fieles testigos de un tiempo que fue, pero que ya no es...
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