De cuando cuenta la leyenda que el Barón de Escriche venció a la fiera que atemorizaba Teruel y redolada allá por el s.XII.
Cuenta la historia, cuenta la leyenda que una gran fiera, que unos señalaban como un gran lobo, otros como un descomunal dragón... tenía atemorizadas a las gentes de Escriche y de toda la redolada de Teruel.
Causaba grandes destrozos, mataba ganado de toda clase e incluso se decía que descuartizaba a sus víctimas.
Era el tal el pavor que desataba que los arrieros y caminantes desistían de adentrarse en esos territorios por lo que pronto sus gentes se vieron desabastecidos de algunos productos y veían su existencia diaria harto complicada de tal modo que muchos de ellos abandonaron sus casas hacia otros lugares para vivir.
La noticia se extendió por todo el Reino, llegando incluso a oídos del rey Alfonso II de Aragón, quien ofreció una recompensa a aquel que consiguiera dar muerte a la fiera.
Un día se presentó al monarca un joven guerrero diciendo que se comprometía a terminar con ese ser demoníaco.
Para ello solo pidió una espada mejor que la suya, un caballo y un gran espejo.
El rey vio en aquel joven un valiente guerrero y aceptó su oferta.
Al día siguiente fue en busca de la fiera y no tardó en encontrarla.
Sorpresivamente se abalanzó sobre el joven, que cayó al suelo, pero tuvo la suerte de poder dirigir, como era su intención, el espejo hacia el salvaje ser.
Cuando el animal vio reflejado su cuerpo en el cristal titubeó desconcertado, pero lo suficiente para que el valiente joven le introdujera atinadamente su espada por la boca, único lugar vulnerable, provocándole la muerte.
Muerta la fiera, la gente pudo regresar a sus hogares y la calma volvió al territorio.
El rey agradecido decidió dar al joven como recompensa todo el territorio que pudiera recorrer en un solo día con su caballo.
De este modo, nació la Baronía de Escriche, que realmente estaba compuesta por 12 masías, distantes entre sí, 1 hora.
Y esta leyenda estaba recogida en una de las pinturas murales que decoraban la Casa Grande de Escriche en Teruel.
En ella se ve al valeroso joven luchando con la fiera representada como un dragón, en una leyenda que entronca con las medievales de San Jorge y el Dragón.
Aquella hazaña del Barón y la Baronía de Escriche es el origen de esta jota que la inmortaliza...
"Nadie le teme a la fiera,
que la fiera ya murió
al revolver una esquina,
un valiente la mató."
La Casa Grande de Escriche estuvo habitada por masoveros hasta los 80 del siglo pasado.
En el año 2001 fue adquirida por la Diputación de Teruel con la intención de hacer en este privilegiado enclave natural un complejo hotelero.
Las pinturas murales -datadas en el s.XVII- que decoraban las salas nobles de la Casa Grande del Barón de Escriche fueron arrancadas y restauradas para ser expuestas en el Museo de Teruel.
El interior de la Casa Grande fue totalmente remodelado para servir de hotel, conservándose únicamente las paredes, que han sido encementadas desvirtuándose fatalmente el edificio histórico del s.XVI.
Hemos hablado de ello, esta mañana, por aquí...facebook.com/photo?fbid=5395022583911776&set=a.375005832580168
Actualmente las obras están paralizadas.
El monstruo, la fiera, volvió a Escriche en el s.XXI en forma de insensibles y destructores restauradores del patrimonio y nefastos técnicos y políticos.
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