El primer refugio guardado de La Renclusa se construyó entre 1912 y 1916 gracias al pireneísta Julio Soler i Santaló, autor de estas fotografías. Su muerte prematura le impidió ver terminadas las obras del refugio. Estaba previsto que se inaugurara en julio de 1916, pero el fallecimiento del guía benasqués José Sayó, buen amigo de Soler, que fue alcanzado por un rayo en el Paso de Mahoma del Aneto, provocó la anulación de los actos.
El Refugio de la Renclusa se abrió por defecto, con discreción el 5 de agosto de 1916.
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