Con la hechizante y mágica Sirena de Biescas, en "Casa Pepe Estaún", una de las más hermosas viviendas palaciegas sin transformar -anterior al s.XVI- y aún en uso como tal, de Los Pirineos...
Sirena de dos colas, ser mítico por excelencia, como símbolo de la gloria y del placer en un bellísimo ventanal gótico de uno de los pocos edificios civiles supervivientes de ya lejanos siglos en pleno corazón de los Pirineos.
Maravillosa casa infanzona de tres plantas con portada de medio punto en la que destaca esta ventana con parteluz cruciforme rematada en moldura en la que descansa una ménsula con la famosa sirena y otra con motivos vegetales -quizá hojas de una higuera- que refuerza la idea del símbolismo lascivo de aquella.
La otra ventana que destaca en esta sorprendente fachada -que nos recuerda a "La Torraza", la otra "Casa Fuerte" de Biescas-, es la clasicista que corona un frontón partido con una cruz en el centro como elemento religioso y protector y que lógicamente pudo ser abierta posteriormente a la gótica.
Es una casa fascinante y todo un milagroso oasis arquitectónico, en la que todavía es posible recrearse en mil detalles originales ya que apenas ha sufrido remodelaciones ni transformaciones en su fisonomía auténtica.
Fisonomía que ojalá se pueda mantener en el futuro y tras posibles restauraciones.
"Casa Pepe Estaún" y su Sirena mágica... en Biescas, donde a pesar de su vorágine urbanística, cada paso es un descubrimiento y cada dos, un redescubrimiento... en las puertas de la Bal de Tena, Pirineo Aragonés.
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