El Santuario de la Virgen de Arcos de construyó sobre una alargada cresta rocosa, al lado de la ya desaparecida población de Arcos.
Antaño, el conjunto del Santuario ocupaba todo el espolón, tal y como se ve en fotografías antiguas, pero actualmente el último módulo situado más al sur ya ha desaparecido.
Triste suerte que también corre el tramo intermedio que se corresponde con la antigua hospedería, hoy visiblemente arruinado.
La Iglesia del Santuario ha sido restaurada y se mantiene en buen estado... pero la hospedería, dedicada en su fase útil a convento, sufre desplomes continuos y amenaza con caer.
El origen del Santuario parece remontarse a una fortaleza musulmana y después cristiana. La iglesia fue parroquia del despoblado de Arcos y así figura en un manuscrito del s.XVIII.
La Hospedería pudo ser residencia franciscana ya en el s.XVII. Las últimas moradoras hasta los años 80 del s.XX fueron una comunidad de religiosas de la Orden de las Vírgenes Consagradas al Señor.
Desde entonces la ruina se ha ido apoderando de la edificación, que es coetánea de la iglesia del Santuario.
En la actualidad, el Lunes de Cuasimodo y el Domingo del Rosario, numerosos vecinos de Albalate y Ariño siguen acudiendo en romería al Santuario y comparten pan bendito y guisos de judías.
Nos cuentan que el sueño de las gentes de Albalate y Ariño sería consolidad y restaurar como alojamiento con encanto la antigua Hospedería del Santuario de Arcos.
Ojalá sea así antes de que sea demasiado tarde.
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