En las zonas altas de monte del pueblo de Velilla de Jiloca y junto a las antiguas eras de trilla todavía se ven como una veintena de tradicionales hornillos de yeso.
En la mayoría de ellos solo queda la "caja" (hueco rectangular con los muros incrustados en las laderas) tras haberse retirado en su día el yeso cocido...aunque aún se mantienen algunos "enteros" o "llenos", como el de mi fotografía.
Están con las piedras de yeso montadas, con las boqueras preparadas y listos para su encendido.
En su día se abandonarían tal cual, sin encender y con su parcial reconstrucción y acondicionamiento estético actual ha sido posible integrarlos en un didáctico espacio natural musealizado con paneles informativos sobre su historia, función y diferentes procesos.
Antaño es posible que cada familia del pueblo tuviera su propio hornillo para fabricarse el yeso para sus obras, aunque alguno lo haría para venderlo.
Previa extracción de las piedras, cada cual se aprovisionaba de leña menuda (aliagas, retamas, romero, sisallo, ontina...) para encender el hornillo y poder mantener el fuego uno o un par de días. Normalmente, unas doce horas...
La cocción se daba por finalizada cuando salía fumera blanca. Era el momento de sacar y extender las piedras calcinadas en las eras.
Con mallos se rompían y fragmentaban las más grandes para luego poder pasar el ruello por encima de ellas con la ayuda de las caballerías.
El yeso molido se cernía con cedazos o zarandas...dejándolo listo para su uso.
Los hornillos de yeso, que es así como se llaman en esta zona de la Comarca de Calatayud, reciben en Aragón y según los lugares, diferentes denominaciones.
En el Alto Aragón son "fornos de cheso" o "fornazos", "hornete" en Os Monegros, "aljeceras" en el Jiloca...
Cultura popular y arquitectura tradicional ...en la magia de los hornillos de yeso de Velilla de Jiloca... pequeño -gran- enclave de la Comarca de Calatayud...Zaragoza.
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