¡ Qué preciosidad de lavadero ! Pequeño, como corresponde a un reducido pueblo pero coqueto y bien restaurado siguiendo las pautas tradicionales.
Tiene solo un frente abierto y está sustentado por una potente y hermosa tijera de madera.
La cubierta a dos aguas ya fue bien renovada con entramado de maderos y losa.
En la restauración han respetado (con gran acierto) la integridad de la pila de lavado incluidas las grandes piedras de lavar.
Preservar y restaurar con buen criterio este ancestral patrimonio, como son los lavaderos tradicionales, es una forma de honrar la memoria de las gentes del lugar y legar para los que vienen la arquitectura y formas de vida de los que nos han precedido.
Lardiés... encanto de Sobrarbe ... Alto Aragón.
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