martes, 5 de agosto de 2025

Pozo de hielo de Yebra de Basa, Pirineo Aragonés.

 


 

 

Hace unos pocos días el Gobierno de Aragón ha tenido a bien -muy a bien- declarar Bienes de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, todos los Pozos de Nieve - Hielo - Chelo del país y que conforman el valioso patrimonio arquitectónico, cultural e inmaterial de la llamada "Arquitectura del Frío" de Aragón.
Una buena muestra de esta "Arquitectura del Hielo" de Aragón es este magnífico y representativo Nevero de Yebra de Basa situado en la zona conocida como "Planeta del Pozo".
El Pozo Nevero de Yebra de Basa se encuentra a aproximadamente 1 hora andando desde el pueblo, cerca de la antigua Cabañera - Cañada Real (por la cual se llevaba el ganado desde las montañas pirenaicas a la "Tierra Baja" en los duros meses invernales y de parte de la primavera) y en la umbría de la Sierra de Purtiello, a unos 1.100 metros de altitud.
El camino se encuentra señalizado y bien marcado desde las primeras casas y misma entrada del pueblo de Yebra de Basa. Se puede hacer un recorrido circular, tomando aquí la pista que en descenso sale al O. de la carretera de entrada a la localidad para en la vuelta tomar un viejo camino que más directamente nos lleva al cruce con la carretera general y a las inmediaciones del camping. En todo caso, el único escollo que se puede presentar es el cruce del río Basa llevando agua ...aunque en esta época estival baja completamente seco.
El Pozo es un impresionante "agujero" que tiene un diámetro de unos 5,50 metros y una profundidad de 7,50 m. posibilitando una capacidad de almacenamiento de más de 100 toneladas de nieve.
Aquellos sabios canteros utilizaron para su construcción sillarejos en piedra en seco aprovechando los materiales del entorno más inmediato.
La parte superior, hoy al descubierto, sería cerrada mediante una bóveda realizada con un entramado de madera del bosque inmediato y recubierto por barro-paja y lajas y losas de piedra.
En el interior se conservaban diferentes pisos de nieve bien prensada y separados por capas de paja-ramas.
El transporte del hielo -que en este caso su mayor destino era el Hospital de Jaca- era realizado por la noche para facilitar su conservación.
El pozo está restaurado, cuenta con vallado de protección e incluso hay una caseta - refugio para el caso de mal tiempo y que también alberga paneles expositivos que ponen en valor el pozo y su maravilloso enclave.
Quedan ya lejos aquellos siglos XVI al XIX en que el comercio de la nieve tomo auge -aprovechando la llamada "Pequeña Edad de Hielo" en que las temperaturas descendieron y aumentaron las nevadas- para conservar adecuadamente los alimentos, también con fines terapeúticos, para el tratamiento de lesiones y enfermedades ... o simplemente para darse el placer de tomar refrescos o bebidas frías.
La llegada durante el s.XIX de la maquinaria que permitía el frío industrial supuso el progresivo abandono de los pozos de chelo.
Algunos, con el tiempo, llegaron a ser utilizados como simples vertederos de basura.
Otros, simplemente desaparecieron y algunos, como éste de Yebra de Basa han tenido la suerte de llegar hasta nuestros días e incluso de ser restaurados contituyendo un recurso de primer orden patrimonial-cultural y turístico del lugar. 
 
 
 








 
 

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