No debía de ser fácil en aquellos años ir de un pueblo a otro por esos caminos de herradura y con el peso de aquellos equipos de fotografía...
Pero gracias a muchos de estos fotógrafos, la mar de las veces, anónimos...podemos disfrutar a día de hoy de sus impagables imágenes, auténticos testimonios gráficos de su tiempo.
Retratos de encargo -que eran pagados muchas veces gracias a una gran cosecha..- bodas, fiestas...
Merecido recuerdo-homenaje para todos ellos.
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