En lo más alto del alargado cerro la Iglesia de Santa Eulalia de Mérida y en una de las esquinas las ruinas del Castillo de origen musulmán.
Y de punta a punta, bien prietas y sosteniéndose las unas a las otras, las casas de Moros, con sus terrosas fachadas buscando el agradecido carasol de las mañanas.
Todo ello y todo junto conforma un pintoresco conjunto, prácticamente único no solo en Aragón sino en toda España.
Moros... hechizo infinito en el Valle del Manubles ... Zaragoza.
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