El pan siempre ha sido el alimento básico de las familias y requería de un gran esfuerzo por parte de las mujeres para su elaboración tanto en casa como en el horno comunal.
En algunas zonas se masaba pan para unos 8-10 días.
El pan tenía mucha miga y la corteza estaba muy cocida para evitar que se secara y floreciese.
Se aprovechaba todo... los "restos" se cortaban a pedacitos para hacer sopetas o migas guardándolos con esmero en servilletas o trapos limpios.
Si algún trozo de pan se caía al suelo...se recogía, se besaba con gran respeto -incluso alguno hacía en él la señal de la cruz- y se volvía a depositar en la canastilla o en la mesa.
Y siempre, siempre...el pan "bocarriba", por si acaso.
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