Aún es frecuente ver ancladas a las puertas de las casas de muchos de nuestros pueblos placas de diversos tamaños y clases del Corazón de Jesús.
Para los cristianos el Corazón de Jesús es el símbolo por excelencia del amor y de la misericordia divina.
La raigambre por el Corazón de Jesús hunde sus raíces posiblemente ya en la Edad Media aunque se configuró de manera más clara a partir de las visiones de la santa católica francesa Margarita María de Alacoque en el último cuarto del siglo XVII
Se solían utilizar pequeños trozos de tela o lana con la representación del corazón y la leyenda "¡Detente!, el Corazón de Jesús está conmigo", sobre todo en tiempos de guerra o epidemias.
Gracias al apoyo monárquico y papal ya desde finales del s.XIX era costumbre colocar una placa con su imagen en actitud de bendecir en las puertas de los hogares.
Uno de los momentos "fuertes" -al margen de los de la dictadura del s.XX- de esta devoción fue la consagración pública que hizo el rey Alfonso XIII en 1.919 al Corazón de Jesús.
Amuletos o talismanes para unos, objetos de devoción o protectores para otros... no dejan de ser manifestaciones de religiosidad popular.
Sos del Rey Católico... Comarca de las Cinco Villas... Zaragoza.

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