Cuenta la leyenda, cuenta la tradición... que existió en el Castillo de Mesones de Isuela una campana tan grande que cuando se hacía sonar se escuchaba no solo en el pueblo y en todos los de la redolada sino que incluso se sentía en Épila, a pesar de la distancia.
Un día, alguien repicó la campana cuando no tocaba y todo el mundo acudió pensando en que estaba ocurriendo algo muy grave, cuando no fue así.
Entonces se decidió, para que no volviera a ocurrir, fundir la enorme campana.
De esa fundición salieron las campanas para la iglesia del pueblo y también el campanico que se encuentra en el torreón más grande del Castillo.
El campanico luce al exterior acondicionado en un vano con decoración gótica.
Mesones de Isuela... Comarca del Aranda... Zaragoza.
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