Cuenta la leyenda que antaño existían en el centro del pueblo unos huertos...donde acostumbraba a leer y sestear, a la sombra... el cura de la localidad.
Cierto día...y muy caluroso, por cierto, también...el sacerdote, sediento, se levantó para ir a beber agua a su casa...dejando en su silla el libro que estaba leyendo...
Al regresar, éstos habían desaparecido y en su lugar se había abierto un gran agujero y pensó que si no hubiera tenido sed se lo podría haber tragado también a él...
A partir de entonces ese pozo se fue haciendo cada vez mayor...tragándose algún que otro carro ...hasta crear la sima de agua que hoy es característica de Rubielos de la Cérida.
Ya no parece leyenda lo que cuentan de que en la posguerra la gente se deshacía de material, armas, bombas ...arrojándolas al "charco" para evitarse problemas...o represalias.
Cierto parece ser también... que el agua de ésta Sima del Prado de la Dula sea la que abastece a la fuente de la Ermita de la Virgen de los Navarros en Fuentes Claras.
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