Fascinante vista desde algunas de las antiguas Eras donde antaño los abríos guiados por los valderrobrenses daban vueltas y vueltas sobre la parba en aquellas duras faenas de trilla de la mies.
Prácticamente a una altura similar a las eras y sobre el mismo cerro, queda el majestuoso y hoy, afortunadamente restaurado, conjunto defensivo formado por el Castillo y la Iglesia de Santa María la Mayor.
Justo en este mismo solar ya debió de existir probablemente, tiempos ha, una fortificación islámica y tras la llamada "reconquista", un templo románico.
Aquella pequeña iglesia sería sustituida por la actual, gótica, edificada a principios del s.XIV.
Y es también en esas fechas cuando el arzobispo de Zaragoza, señor feudal de estos históricos territorios, impulsa el Valderrobres monumental transformando la antigua fortificación, no más allá de un viejo torreón defensivo, en un castillo-palacio que le sirviera de propia residencia y para agasajar a ilustres visitantes.
Tras siglos de gloria, el castillo va perdiendo usos a partir del s.XVI y la puntilla le llegaría en el s.XIX con la "Desamortización de Mendizábal", que significaría su abandono y el inicio de un triste y largo período de ruina y expolio.
No sería hasta los años 80 del pasado siglo XX cuando los aragoneses en sucesivas etapas de recuperación y restauración han conseguido devolver al Castillo de Valderrobres una muy buena parte de su antiguo esplendor.
La última fase de restauración terminada recientemente además de la recreación de la bodega palaciega con grandes toneles y una prensa antigua, ha incluido una exposición -además de otras- de reproducciones de dibujos del genial pintor aragonés Francisco de Goya, cuyos originales fueron realizados curiosamente por él en papel fabricado en un molino papelero de Valderrobres.
Gran y meritorio esfuerzo de las gentes de Valderrobres que están consiguiendo una magnífica musealización y puesta en valor de su gran y viejo Castillo.
Al sistema de visitas guiadas y de audioguías ya existente de Iglesia-Castillo se ha unido este mes la posibilidad de realizar visitas nocturnas merced a la recién realizada instalación eléctrica que posibilita ver la fortificación con otras perspectivas y con la misma ilusión o más que da el día.
Desde las antiguas Eras el descenso por cualquiera de las cuidadas calles hasta el entramado medieval de la villa es todo placer y gozo en un enclave privilegiado de gran belleza a orillas del río Matarraña.
Caminos de ensueño, caminos de historia... en Valderrobres... Teruel Existe, Resiste y Enamora !!
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