sábado, 14 de junio de 2025

Aragón fascinante... El Ayer y el Hoy de la "Torraza" de Biescas, Pirineo Aragonés.

 


 

 

La Torraza, la casa fortificada que se construyó el biesquense Juan de Acín en 1580 para defenderse, entre otros, de los bandoleros...
 
Cuenta la historia, cuenta la leyenda que aquellas décadas del siglo XVI en que el infanzón Juan Acín decide levantar su impresionante casa, no fueron precisamente de vino y rosas para las gentes de Biescas, en pleno corazón de los Pirineos.
Amén de las temidas y sufridas pestes, durante ese siglo tuvo lugar una pequeña "Edad de Hielo" en las que la bajada de las temperaturas ocasionaron una gran pérdida de cosechas y la consiguiente hambruna entre la población.
A ello hay que unir la siempre latente amenaza de las incursiones de los franceses con motivos poco amistosos y los muy comunes episodios de bandolerismo y saqueos.
Todo ello debió de influir en la decisión del infanzón Juan de Acín de construirse su gran casa en 1580, tal y como dejó bien grabado en la ventana de arco triunfal de la fachada de "La Torraza".
Los infanzones, por decirlo rápido y conciso, eran la clase más baja dentro de la nobleza aragonesa de la época.
Fue el rey aragonés Pedro I quien concedió los títulos de infanzones a los que colaboraron en la conquista de Huesca.
Los infanzones estaban exentos de determinados impuestos, gozaban de ciertos privilegios y contaban con más posibilidades económicas que el común de los mortales.
El infanzón Juan de Acín edificó -aparte de para demostrar su impronta y carácter señorial- su casa defensiva como refugio tanto para él y su familia como para aquellos que previo pago le demandaran su protección.
Hermosa Casa Fuerte como así aún lo atestiguan sus potentes saeteras en la última planta.
La Casa de Acín, "La Torraza", pasó como vivienda a lo largos de los siglos, de generación en generación, hasta no hace mucho tiempo, hasta el mismo año 2000, en que ya municipal se restauró como Centro de Interpretación de la vida en Biescas durante el siglo XVI, los años de su constructor.
Dentro de la Torraza (cuyo interior podemos ver en 360º en el enlace que pongo en el primer comentario), emblema de la arquitectura popular de la época, se disfruta de paneles ilustrativos, maquetas, utensilios y audiovisuales que nos trasladan al día a día de las gentes de Biescas durante ese lejano siglo XVI.
Dentro, impresionan sus angostas y robustas escaleras de piedra, los techos abovedados, las entrañables ventanas festejadoras, las chimeneas afrancesadas, los originales suelos de cantos rodados en mil y una filigrana...
El museo, como curiosidad, también ofrece una fantástica colección de botijos y rallos de toda España.
La Torraza, la Casa de los Acín... la más antigua edificación mejor -y más espectacular- conservada de Biescas, magia en el corazón de los Pirineos, Alto Aragón.
Imprescindible.
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

De cuando todos eramos lamineros... la leche condensada de la vida...

      Una dulce tentación que muchas veces se vencía de forma casi clandestina o a escondidas...    Comentarios en Facebook   Comentarios en...

Entradas más vistas.