Jean-François Millet (1814-1875) refleja con gran maestría y realismo el duro trabajo de la recogida de las espigas de trigo que quedaban en el suelo tras la cosecha y la siega.
Muestra, como en muchos de sus cuadros, la dura realidad del trabajo en el campo, alejado de imágenes bucólicas e idealizadas.
Sin embargo, consigue trasladar una gran dignidad humana a quien contempla el retrato de las tres campesinas concentradas en su labor.
Millet fue una de las figuras más destacadas de su época de la pintura realista francesa.
"Campesino nací, campesino moriré" (Millet)
El cuadro se conserva en el Museo de Orsay, París.
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