Piedra a piedra, alma sobre alma, siglo a siglo, tesoros de mundos ya perdidos... la encantadora y deslumbrante antigua Era empedrada y radial de Lastiesas Altas, Pirineo Aragonés.
Era aquí, desde tiempos inmemoriales, donde las gentes de Latiesas Altas, con sus abríos, desarrollaban el sagrado ritual anual de la trilla.
Y también, por supuesto, donde los chavales llevaban a cabo innumerables y memorables aventuras infantiles.
Con buena mano de los dioses y de los hombres ha llegado hasta nuestros días la trabajada era empedrada con cantos rodados dispuesta de forma radial y que también hacía las veces de Plaza del pequeño lugar.
Todo un museo etnológico a nuestros pies y a nuestro redor, con los diferentes edificios que conformaban éste diminuto pero mágico enclave pirenaico... la casona de vivir, la pequeña iglesia para clamar al cielo y a los ángeles, el pozo de agua, los pajares y otras construcciones auxiliares que hacían posible la vida autosuficiente de sus moradores.
Hoy en día, es todo un lujo estar aquí, disfrutando de estas hechizantes piedras ... y sabiendo lo que hay, cuando vengáis por aquí, evitad lo que se pueda pisarlas con los vehículos.
Casi, casi... es un pequeño crimen.
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