Los alguaciles eran subalternos a las órdenes del alcalde del ayuntamiento de los pueblos.
Además de ejercer de pregoneros se ocupaban de tareas de mantenimiento en las que había que ser algo "manitas", entendiendo de electricidad, albañilería, carpintería...
Solían ser los encargados de custodiar la llave de la iglesia, de los calabozos, ocupándose también del buen estado de los lavaderos.
Además, en muchos pueblos, se responsabilizaban de sujetar el palo en las famosas carreras de pollos.
Era un trabajo que muchas veces "tocaba hacer de todo" por el bien de todos los vecinos.
Los pregoneros además de leer el pregón y "echar bandos" referidos a todo lo que acontecía en el ayuntamiento en forma de leyes, mandatos, órdenes... daban información de interés público como el día del mercado, los cortes de agua o luz e incluso anunciaban la llegada al pueblo de vendedores ambulantes.
El pregonero acudía a todas las esquinas de los pueblos que estaban establecidas para ello, reuniendo a la gente con una corneta, trompetilla, tambor o gaita según los lugares y el tipo de anuncio y empezando de la misma manera la información relativa al ayuntamiento... "De parte del Sr. Alcalde se hace saber... "
Y para anunciar vendedores o comerciantes... "Se hace saber que ha llegado fulanito de Calanda, con melocotones, fruta..."
En fin, oficios que desaparecen y mundos que, inexorablemente, se van.
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