domingo, 22 de septiembre de 2024

Magia entre las ruinas... Iglesia románica de Acín, Valle de la Garcipollera, Pirineo Aragonés.

 

 


 

 

La Iglesia románica de Acín es la única edificación aún visible de un pueblo que fue cabecera de un municipio con más de 300 habitantes en el Valle de la Garcipollera,Comarca de la Jacetania. 

Otro de los pueblos maltratados y vilipendiados del recóndito y hermoso Valle d´A Garzipollera.
La dictadura franquista compró a mitades del s.XX las tierras de la Garcipollera para plantar pinos que frenaran la sedimentación en el Pantano de Yesa -construido a bastantes kilómetros de aquí, aguas abajo del río Aragón- y sus gentes fueron obligadas a abandonar lo que hasta entonces habían sido sus raíces y su modo de vida.
El pueblo quedó a merced del olvido, del abandono y dicen que de prácticas de tiro y maniobras militares, tal y como ocurrió lamentablemente en Yosa, donde no fue respetada ni su iglesia románica. Allá cada cual con su conciencia.
Las veintenas de casas arruinadas y humilladas de Acin, fueron todavía más derribadas para evitar problemas por la presencia de un cercano campamento juvenil durante los veranos. 
 
Dos barrios tenía Acín, uno a cada lado del río Ijuez.
El "Barrión" o Barrio Bajo, con sus tres casas (Francho, Inés y Miguela) y el Barrio Alto con sus dos calles, la de la Iglesia y la de la Fuente.
Sus nombres eran, según relaciona el amigo Laglera en su página de Despoblados y que quiero reflejar aquí para su memoria, Laval, Monantón, Ventura, Ramón, Nueva, Rosa, Ana María, Calvo, Bardají, Blas, Tanasio, Valentín, Bertolo, Blasico y O Coxo.
De todas estas casas, así como de la Ermita de San Esteban que se encontraba en el Barrión, no quedan más que algunos muros y grandes espedregales. 
 
Debió de haber mucho sufrimiento en Acín y en todos los pueblos de la Garcipollera a lo largo de buena parte del siglo XX.
Ya en 1927 la dictadura de Primo de Rivera declaró todo el Valle como de "Utilidad Pública" para la Repoblación Forestal para el proyectado y la futura construcción del maldito Pantano de Yesa.
Espada de Damocles que pendió en las décadas siguientes sobre las gentes d´A Garzipollera hasta que definitivamente en 1956 el ICONA comenzó a adquirir terrenos para reforestar y a introducir venados para fauna cinegética hacia 1960. Ahora muchos disfrutan de esas jornadas de caza. Que recuerden quien las hizo y las hace posibles.
 
Yosa de Garcipollera sería el primer pueblo en vender, seguido de Larrosa y Acín.
En 1960 firmó la venta Villanovilla, aunque sus gentes se reservaron la propiedad de sus casas y fincas anexas, al igual que harían los de Bergosa.
En Bescós de Garcipollera parece ser que un vecino no quiso ni vender su casas ni sus terrenos. Madre mía, héroes del silencio, de los de verdad.
En Cenarbe, aún a día de hoy, sus gentes y herederos, están revisando sus papeles para dilucidar todos los extremos.
En 1961, Acín y Bescós de Garcipollera pasaron a formar parte de Jaca y muchas de sus gentes fueron a habitar las viviendas que el Ayuntamiento procuró en el Barrio de la Estación para quienes lo solicitaran.
Se cuenta que estas viviendas las amortizaron durante 50 años para poder pasar a ser propietarios de las mismas.
Algunos aún dicen, hasta con cierta satisfacción indisimulada, que muchos tenían ganas de irse del valle...
Ay, que joderse y aquí imploro perdón.
No es que tuvieran ganas ... es que el Estado dictatorial ya les puso mil y una piedra en sus caminos para anestesiarlos, derrumbarlos y sumirlos en el más total y absoluto de los abandonos para forzarlos casi a quererse ir... Hasta los mismísimos Santos se "dejan" vencer.
¿Quién iba a arreglar en aquelos funestos años sus casas pensando en que a los pocos años igual se tenían que ir por el maldito pantano? 
 
Hoy en día, Acín y el Valle de Garcipollera, son tierras sin vida humana, a excepción del recuperado Villanovilla y de las familias que atienden la Finca Experimental asentada sobre las viejas y desaparecidas viviendas de Bescós de Garcipollera. 
 
De Acín queda su iglesia -del s.XI según apunta el amigo Omedes en su gran y única página de románico- con su torre, hasta que aguante...
La de Yosa ya fue humillada derrumbada, la de Bescós de Garcipollera se desplomó en el 2.003 y todo apunta a que la siguiente será la de Cenarbe, porque está visto, tristemente, que no va a haber dios ni Dios que la salve.
La de Villanovilla, cuentan que la han solicitado los vecinos para rehabilitarla pero que los jerifaltes de la iglesia antes prefieren verla en el suelo que cederla...
Pero junto con la de Acín, Cenarbe y Villanovilla, aún quedan, también románicas, las iglesias de Larrosa y Bergosa, que claman al cielo por su conservación y recuperación. 
 
Y estando aquí, en el silencio de Acín y contemplando sus aún viejas y mágicas piedras de su iglesia, uno no puede menos que acordarse con envidia, pero de la muy sana, de las Iglesias románicas serrablesas de la Comarca del Alto Gállego salvadas de la ruina y recuperadas por la Asociación Amigos del Serrablo durante las últimas décadas. 
 
“En Larrosa hay un rosal
y en Acín una noguera
en Villanovilla una balsa
pa toa A Garzipollera.”
 
Esto decían las gentes del valle y también, casi gimiendo...
"Todos s’han marchau de la Garcipollera, hasta los santos de la iglesia s’han marchau”
 
Pero los santos no estaban en las iglesias, estaban en las casas de los pueblos. 
 
A ellos van dedicadas estas humildes líneas.
 
Acín... Valle de la Garcipollera - Comarca de la Jacetania ... Alto Aragón. 
 
 
 
 
 
 
 

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