El núcleo originario de Teruel se encuentra en un cerro y el abastecimiento de agua a la población se realizaba gracias a los grandes y pequeños aljibes y pozos que se encontraban distribuidos a lo largo de toda la población.
Hacia 1537 se iniciaron las obras para mejorar el suministro y que debían de permitir la traída del ansiada agua desde la llamada Peña del Macho, situada a mitad de camino entre la capital y Valdecebro.
El alto coste económico de la construcción hizo que se abandonara hasta que en 1551 fue el Concejo de Teruel quien encargó el reinició de la obra de traída de las aguas a Quinto Pierres Bedel, que había sido el arquitecto encargado del exitoso y difícil realce de la Torre múdejar de San Martín.
Salvar el profundo barranco que delimitaba la parte noroeste de la ciudad supuso una gran dificultad orográfica y técnica para la obra ...que Pierres consiguió superar gracias a Los Arcos, soberbia y bella estructura que da nombre a toda la Traída.
El agua llegó a la fuente de la Plaza Mayor con gran alegría popular en 1558.
Con el tiempo el agua llegaría a otras fuentes de la ciudad: las de Juan Pérez, San Miguel, Plaza Mayor, San Andrés, San Juan, Santiago, Santa María, el Hospital, el Fuerte...
El acueducto (parte superior) también sirvió como viaducto (parte inferior) para comunicar peatonalmente el Teruel Antiguo con el Arrabal y las zonas más modernas de expansión de la ciudad.
Los Arcos, la monumental obra levantada por Quinto Pierres -y posteriormente objeto de numerosas puesta al día-, está considerada como una de las construcciones de ingeniería más relevantes del Renacimiento Español.
Teruel Existe, Resiste y Enamora ...hasta en los arcos de la vida.
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