En ocasiones, el encargo al herrero del lugar era el de un llamador funcional, sin más.
Sin simbología, marcas ni florituras.
Este trucador de Buerba (uno de los escasos picaportes que se ven en sus casas) es un buen ejemplo de ello.
Funcional, si, pero no exento de ese inigualable encanto de lo auténtico.
Buerba... Valle de Vió - Sobrarbe... Alto Aragón.

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