Con un hechizante y mágico trucador-llamador de tipo fálico de Abay, Pirineo Aragonés.
Los picaportes colocados en las puertas de entrada, además de su propia y manifiesta función de llamador para avisar a los dueños de la casa de nuestra presencia, servían en muchas ocasiones para proteger a sus moradores, tanto personas como animales, de todo tipo de amenazas malignas del exterior.
Aldabas que trataban de alejar maldeojos, hechizos, maldades o espíritus de mala calaña.
Sin embargo, algunos trucadores, como este magnífico ejemplar de Abay, con clara forma de falo, lo que buscaban no era alejar ... sino atraer la fertilidad y fecundidad para que en la casa no faltaran descendientes ni herederos que dieran continuidad a la estirpe familiar.
Abay... encanto de la Comarca de la Jacetania... Alto Aragón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario