Buena costumbre -que todavía sigue vigente en algunos lugares- la de las gentes del mundo rural con esta práctica de enrastrar pimientos para poderlos consumir fuera de su temporada de recolección.
Se coge con un cordel o hilo el pimiento por su rabo verde y se cose con una aguja de las llamadas "colchoneras" dejando una pequeña separación entre ellos para que pueda pasar el aire y evitar que se pudra alguno y ya se ata con un nudo.
También se enristran otros productos del campo, como ajos, cebollas...
Fotografía del Marques de Santa María del Villar (1880-1976)
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